Ante ello, la Sociedad Chilena de Oftalmología (Sochiof) advierte que esta situación refleja el estado de desregulación en que se encuentran las actividades relacionadas con el funcionamiento de lugares destinados al despacho o venta de lentes ópticos en nuestro país, lo que es preocupante, pues expone a la población a riesgos sanitarios al no disponer de profesionales idóneos ni cumplir con objetivos sanitarios. Se trata de una situación grave, puesto que se crea una falsa sensación de seguridad en la población que termina acudiendo a este tipo de lugares.
Para el Dr. Mauricio Cabezas, vicepresidente de la Sochiof, es especialmente preocupante "la probabilidad de un mal diagnóstico en espacios donde lo que prima no es el fin sanitario en su funcionamiento, sobre todo en patologías de alta prevalencia, como glaucoma y retinopatía diabética, que requieren una detección oportuna, hecha por profesionales debidamente acreditados, para evitar un daño irreparable en la salud visual de los chilenos".
La Sociedad Chilena de Oftalmología hace un llamado de alerta sobre la proliferación de este tipo de lugares que sobrepasan el control y la fiscalización sanitaria. Esta situación se ha agudizado, lamentablemente, luego de que Tribunal Constitucional derogara el artículo 126, inciso segundo, del Código Sanitario, que prohibía las consultas médicas y de tecnología medica al interior de las ópticas.